jueves, 7 de marzo de 2013

Ni las Universidades se salvan - Subcontratación

El Conflicto


  • Existe un atraso desde 20 de febrero a la fecha en el pago de sueldos -quincena- por parte de la empresa subcontratista a los guardias de la Facultad. Esto, fuera de ser un hecho aislado, corresponde a una práctica frecuente y de larga data que genera perjuicios constantes en contra de los trabajadores y sus familias.
  • Estos funcionarios además, no poseen beneficio laboral alguno, ni para la alimentación durante la jornada, ni para el transporte. Esta carencia, junto con la ausencia del pago en las fechas acordadas por contrato, ha generado la necesidad de tener que pedir cooperaciones a modo de lograr costear en parte su alimentación diaria.
  • Paradojalmente, no se cumplen las condiciones mínimas de seguridad laboral que debería garantizar una empresa en este rubro. Falencia que quedó de manifiesto expresada en lo acontecido la noche del Domingo 24 de febrero, cuando se registra un intento de robo en la entrada principal de los laboratorios del CEC. Ese día resultan heridos dos funcionarios: una con la muñeca esguinzada y otro con un corte y contusión en una de sus cejas. La empresa no presto asistencia ni dió explicaciones al resto del grupo ante lo acaecido.
  • No poseen, tal como la gran mayoría de subcontratados en Chile, la posibilidad de negociar colectivamente sus remuneraciones. Tampoco disponen de mecanismos para hacer frente a las malas prácticas aquí denunciadas y que nosotros ponemos a disposición del juicio público a través de esta carta abierta.


    Carta Abierta


    Lunes 4 de marzo de 2013, Santiago.

    Sr. Decano

    Francisco Brieva.

    Presente.


    En calidad de actual directiva del Centro de Estudiantes de Ingeniería y como estudiantes de la Universidad de Chile, nos gustaría denunciar ante usted y toda la comunidad universitaria la situación que hoy viven los funcionarios subcontratados de nuestra Facultad de Ingeniería, en específico los veintidós pertenecientes al área de seguridad.

    1. Existe     un atraso desde 20 de febrero a la fecha en el pago de sueldos -quincena- por parte de la empresa subcontratista All Security. Esto, fuera de ser un hecho aislado, corresponde a una práctica frecuente y de larga data que genera perjuicios constantes en contra de los trabajadores y sus familias.
        
    1. Estos     funcionarios además, no poseen beneficio laboral alguno, ni para la alimentación durante la jornada, ni para el transporte. Esta carencia, junto con la ausencia del pago en las fechas acordadas por contrato, ha generado la necesidad de tener que pedir cooperaciones a modo de lograr costear en parte su alimentación     diaria.
             
    1. Paradojalmente, no se cumplen las condiciones mínimas de seguridad laboral que debería garantizar una empresa en este rubro. Falencia que quedó de manifiesto expresada en lo acontecido la noche del Domingo 24 de febrero, cuando se registra un intento de robo en la entrada principal de los laboratorios del CEC. Ese día resultan heridos dos funcionarios: una con la muñeca esguinzada y otro con un corte y contusión en una de sus cejas. La empresa no prestó asistencia ni dio explicaciones al resto del grupo ante lo acaecido.

    1. Se suman además los malos tratos constantes ejercidos por parte de algunos miembros de nuestra misma comunidad. Y si bien existen mecanismos para dejar constancia de reclamos en contra de los funcionarios, no tienen ellos vía alguna para denunciar la violencia verbal y sicológica de cuando son atacados.

    1. La situación de inestabilidad laboral que existe para estos miembros de la comunidad, sumadas a la ausencia de condiciones mínimas, generan una constante deserción. Ante esto, se registran casos de guardias que han realizando turnos excepcionales de hasta 36 horas seguidas para cubrir un puesto vacío. En estas circunstancias, las jornadas continuas de 24 horas de trabajo lentamente dejan de parecer extrañas.
             
    1. Por último, no poseen, tal como la gran mayoría de subcontratados en Chile, la posibilidad de negociar colectivamente sus remuneraciones. Tampoco disponen de mecanismos para hacer frente a las malas prácticas aquí denunciadas y que nosotros ponemos a disposición del juicio público a través de esta carta abierta.
       
    Estas situaciones, que recogimos desde nuestras propias observaciones como estudiantes y personas de buena fe, constituyen hoy una falta a la dignidad personal de estos funcionarios. Al mismo tiempo que ponen en riesgo la seguridad del campus y de su comunidad.

    Los estudiantes hemos denunciado estas y otras situaciones similares con anterioridad. Las funcionarias de limpieza, también del sector subcontratado, vivieron una situación parecida con respecto al atraso del pago de sus remuneraciones en diciembre de 2011. Hoy vemos como en la Universidad Pública, de intachable vocación social, la historia nuevamente se repite sin encontrar una solución sustentable para los funcionarios y sus familias.


    Con sincera preocupación,

    Se despide cordialmente,

    Centro de Estudiantes de Ingeniería.



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